viernes, 16 de noviembre de 2007

Max Marambio


Por Diario "Nuevo Acción"

"Nuevo Acción" ha traido a la actualidad la figura de Max "El Guatón" Marambio al publicar en noviembre del año pasado la noticia de que había sido encargado por la familia Castro de adquirir para ellos tierras en Chile. En anteriores ediciones habíamos escrito sobre sus negocios con la tiranía cubana y lo describimos como uno de los grandes testaferros cubanos usados por Fidel Castro para ocultar y mover su enorme fortuna. Muchos lectores se han interesado en saber más del personaje y nosotros comenzamos hoy una serie que colmará la curiosidad de todos y que contará exhautisvamente parte de su vida, sus negocios chuecos y los legales por cortesía de Secretos de Cuba y de "Toño."

La vinculación de Max ‘Guatón’ Marambio con la revolución cubana se remonta a un viaje que realizó a La Habana con su padre, el diputado socialista por Colchagua, Joel Marambio, en 1966. Por entonces el joven Max, recién egresado del Instituto Barros Arana, quedó prendado de Fidel. Conocerlo “fue como una especie de fuerza de la naturaleza”, ha dicho. En medio de una recepción al grupo de chilenos, Castro le preguntó qué quería estudiar. Marambio contestó: arquitectura. El comandante respondió: “fenómeno, porque nosotros nos estamos volcando por entero a la agricultura”. Entendiendo el error intencional de Fidel, Marambio comenzó a estudiar Agronomía. Pero le duró poco.Bajo el influjo de la revolución y sus ideales Max Marambio se sumó a una generación de latinoamericanos que a fines de los 60 pasaba de las aulas de la Universidad de La Habana a los campos de entrenamiento de guerrillas inspirados por el ejemplo del Ché.Su muerte en la sierra boliviana precipitó el regreso de Marambio a Chile con la idea de hacer su “revolución de bolsillo”, como ha reconocido. En eso estaba, concientizando campesinos de Colchagua, cuando ingresó al MIR y luego al GAP, la escolta de Allende.En 1970 y con apenas 23 años se convierte en jefe del Grupo de Amigos del Presidente. ¿La chapa? Un nombre de película de espías: Ariel Fontana. Con Allende nunca fueron cercanos. Al “Chicho” le costaba aceptar las restricciones de movimiento que imponía su seguridad. Más difícil le era recibir órdenes de un jovencito que poco a poco se fue desencantando de su doble rol de GAP y miembro del MIR.

Para Marambio, el proyecto de revolución pacífica de la UP era “un enunciado contradictorio en sí mismo”, según dijo a La Tercera a raíz de los 30 años del golpe. Y el MIR, en tanto, una organización que había despreocupado la preparación militar de sus militantes y se alejaba peligrosamente de la unidad de la izquierda. Desde su punto de vista el proceso se encaminaba a un suicidio político. Unos y otros no estaban conscientes de lo que vendría.Pese a que siguió realizando algunas operaciones de inteligencia a pedido de Allende, como la investigación del asesinato del edecán naval del Presidente, Arturo Araya, en noviembre de 1971 se retiró de GAP y seis meses después salió del MIR. No sin antes dar la prueba de la blancura revolucionaria, incorporándose como “instructor en un centro de entrenamiento guerrillero que el movimiento tenía en las montañas de Temuco”, escribe Marambio.

La racionalidad de su análisis 30 años después, no obstante, contraviene la pasión por la velocidad que adquirió por esos días. Acostumbrado a volar por las calles de Santiago en los Fiat 125 arreglados del GAP, el 20 de enero de 1972 Max Marambio tuvo un accidente automovilístico en el que murió su polola Valentina. Él venía al volante y el acontecimiento lo dejó “deshecho”. Sería el primero de varios grandes dolores como la tortura de su madre por el agente de la DINA, Osvaldo Romo.

El golpe militar lo haría regresar a Cuba.Tras estar encerrado diez meses en la embajada cubana en Chile, Marambio parte a Suecia sin intenciones de vivir la melancolía del exilio. “Nada de empanadas ni cuecas lagrimosas”, dijo. Las condiciones habían cambiado. Cuba. La única revolución latinoamericana que persistía no podía morir. Max Marambio pisa suelo cubano a fines del ´74 de la mano de su primera esposa, una sueca de la cual se divorcia rápidamente e ingresa a la Universidad de La Habana a estudiar Ciencias Políticas. Al poco tiempo, determinado por la agria lección del fracaso chileno ingresa a Tropas Especiales, el cuerpo militar de elite de Cuba. Si el primer contacto de Max Marambio con Fidel había sido a través de su padre, la estrecha relación que mantienen hasta hoy tiene nombre y apellido: Tropas Especiales. En Chile había estado con dos de sus más importantes oficiales: los gemelos Patricio y Antonio “Tony” de la Guardia, quienes en 1989 serían detenidos y procesados en La Habana por narcotráfico junto al general Armando Ochoa. El primero recibiría 30 años de cárcel en lo que se conoció como la Causa No1; ‘Tony’ y Ochoa, pena de muerte.

Aunque testimonios de opositores a Fidel Castro, como el del escritor Norberto Fuentes, aseguran que el chileno se salvó del proceso al hacer “informes de inteligencia en contra de ‘Tony’”, Marambio alega que él fue corsario pero no devino en pirata. Pero a principios de 1975 ni los hermanos de la Guardia o Marambio podían predecir el futuro. En nombre de la revolución y con patente de corso brindada por Fidel los nombres de la Guardia, Marambio y otros se fundirían en operaciones secretas militares y comerciales durante los siguientes tres años. Angola, Palestina, el Líbano, Corea, Centroamérica y Europa los vieron traspasar sus fronteras en misiones encubiertas de “ayuda internacionalista” a las luchas de liberación.“Me tocó participar en algunas guerritas pero nada más”, admite Marambio cada vez que le preguntan por los tres años de misiones especiales que el actual empresario nunca ha querido revelar. Según él, se debe a que “le tengo demasiado respeto a quienes tomaron ese camino y no pudieron vivir para verificar o corregir mis palabras”.

Pero un chileno radicado en Cuba que perteneció al MIR y que participó en operaciones de la “solidaridad internacionalista cubana” desplegada en la década de los 70´, da otra explicación. Según él, hombres como Marambio y Antonio de la Guardia, “ayudaron a Cuba siendo testaferros de sus negocios en los ‘70”. Explica que debido al bloqueo norteamericano y la necesidad de divisas “las operaciones económicas encubiertas fueron intensas”.¿El método? “El movimiento de capitales era la base de confianza, te pasaban 100 mil dólares para multiplicarlos, no te preguntaban cómo los ibas a usar, confiaban en ti y tú les respondías bien”. Así de simple, dice. No obstante, asegura que cuando se fundó la Corporación Importadora Exportadora de Cuba, Cimex, en 1978 y Fidel decretó la autorización para crear empresas de propiedad mixta (un 50% de propiedad privada y un 50% del Estado cubano), “las cosas empiezan a moverse más abiertamente”. Precisamente Marambio fue quien encabezó Cimex e inició el turismo a la isla de exiliados cubanos, hasta 1983, fecha en que es destituido. Aquí las versiones nuevamente varían. La oficial precisa que la dirigencia cubana no vio con buenos ojos lo que consideró el germen de un “capitalismo de pacotilla”. La informal apunta a que Marambio tenía cuentas y tarjetas de crédito en el extranjero. “Fue una experiencia magnífica, aunque por el desenlace que tuvo para mí, dolorosa”, contó el empresario recientemente. De ahí en más, “Guatón” se lanzó a los negocios.

En sus entrevistas, Marambio siempre defiende a la isla. “Allí hay de todo, aun los artículos más refinados o de lujo. Lo que falta es dinero para comprar. Por cierto que la gente no tiene acceso a todo lo que necesita. Hay pobreza. Pero me atrevería a decir que sin carencias fundamentales ”, declaró a revista Capital. Casado desde 1995 con la pintora Soledad Correa, hoy Max Marambio es un vividor. Como buen chileno no le gusta hablar de plata pero la aprovecha para darse sus gustos. Tiene un yate bautizado en honor a su mujer, “Oh Sole mía II”, con el que en febrero ganó la primera fecha de la Copa “Viña del Mar-Primex” en el lago Vichuquén. Le gusta el Golf y salir a cazar tórtolas con sus amigos. Es un filántropo miembro de los “Amigos del Museo de Bellas Artes” que aprecia la plástica y tiene una colección importante de obras de artistas latinoamericanos. Y además realiza aportes anónimos a causas justas.

Es un fanático de la aviación. Es dueño de un helicóptero Bell 206 con el que ha sumado varias miles de horas de vuelo. Irónicamente, el modelo del helicóptero es el mismo utilizado por los cuatro miembros del FPMR-A que se fugaron de la Cárcel de Alta Seguridad en 1996. En ese helicóptero llegó vestido con un traje negro con rayas, al más estilo Al Capone, hasta la Viña Tarapacá para participar en el matrimonio de Enríquez-Doggenweiller. Y no se despegó de su caja de arroz que compartía con los demás invitados. El 007 de Fidel, como le denominan por su relación con Castro, tiene una amplia casa en La Habana, una residencia en Madrid y una quinta en Pirque, donde vive con Soledad, la hija del hombre al que su padre, Joel Marambio, le expropió el campo. Aunque ninguna persona pobre va al trabajo en helicóptero ni tiene velero o casa en el extranjero, cuando le preguntan, Max dice que es “un pobre con plata”.

Con más de 30 empresas en 5 países (Chile, España, Cuba, México y Ecuador) agrupadas en el holding ING (International Network Group) Marambio tiene un patrimonio superior, sólo en Cuba, a 20 millones de dólares. ING, que nació en 1985 tras la salida de Marambio de Cimex, con el propósito de producir películas latinoamericanas/[Ver http://pro.imdb.com/name/nm0544814/ -Laz]), actualmente está enfocada al rubro turístico, inmobiliario, de aviación y agroindustrial. Con todo, Max Marambio es hoy el chileno mejor conectado con Fidel Castro, según explica el ex subsecretario del Interior, Belisario Velasco, quien tiene una larga relación con la isla y un hijo con negocios allá. “Es el comerciante con más llegada en Cuba”, dice. Sin embargo, muchos se preguntan cómo logró acumular tanto dinero. Aunque no es el chileno con más plata sí es el único que la obtuvo en el corazón del socialismo latinoamericano. ¿Cómo lo logró? La historia oficial de cómo Max Marambio se hizo millonario suena casi tan pintoresca como la de Fra Fra y sus pollitos. Una terrina congelada de foie gras llevada por Marambio a Cuba desde París en 1983 y una comida con Fidel entre los invitados le bastaron para que la administración del zoológico de La Habana le prestara 10 gansos para intentar producir el paté francés en la isla. Sólo sobrevivieron dos. Con ellos “pudimos obtener un hígado de 650 gramos y preparar foie gras”, dijo el empresario a Qué Pasa. Como los panes, el negocio se multiplicó y nació La Oca, que exporta más de un millón de gansos anuales en forma de plumas, carne y foie gras. Marambio, ya retirado del negocio, ha dicho que “recibía un 15% de comisión”, con la cual habría sumado los primeros dólares de su fortuna.

Según un documento titulado “Las Reservas del Comandante” ampliamente distribuido en 1997, Marambio sería uno de los encargados de las finanzas personales de Fidel. El empresario se ríe de las acusaciones. “Qué te puedo decir de esas idioteces. Caen por su propio peso”, dijo a Capital.Igual la duda permanece. “A mí me cuesta explicarme cómo gente como Marambio de un día para otro mueva millones de dólares”, se pregunta un pequeño empresario chileno que por sus nexos políticos y económicos con Cuba, pide anonimato. Aún así, la respuesta según él se encuentra en el buen timing de Max en los 70´s. “Marambio tuvo una gran habilidad: el haber estado cuando más se necesitaba. Demostró eficiencia, resolvió problemas y generó negocios para Cuba. Además, su historia lo avala, no era un aparecido”, dice.

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